Dos adolescentes hondureños fueron asesinados la noche del sábado 15 de diciembre, uno más sobrevivió. Aparentemente se trató de un robo fallido, aunque los muchachos no traían dinero alguno; por los hechos hay tres detenidos
Texto y Foto: Kau Sirenio
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA.- Dos miembros de la Caravana Migrante, menores de 16 y 17 años, fueron asesinados y uno más quedó herido en el centro histórico de esta ciudad. De acuerdo a la versión del sobreviviente, los hechos ocurrieron en un “picadero”; los asesinos los engancharon, pretendían robarles e iban “drogados”, según informó el subprocurador de Justicia en Tijuana, Jorge Álvarez, en conferencia de prensa.
Los dos adolescentes eran de nacionalidad hondureña y habían llegado a Tijuana con la primera Caravana Migrante. Ambos viajaban solos (sin familia o algún adulto a cargo), y se alojaban en el albergue YMCA, adherido a la Coalición Pro Defensa del Migrante, y especializado en menores de edad. Según las autoridades, sus edades fueron tomadas de la información que proporcionaron en el albergue, y las autoridades consulares de Honduras ya fueron informadas de los hechos.
Este miércoles, la Subprocuraduría de Zona Tijuana informó que se dio cumplimiento a una orden de aprehensión en contra de dos hombres y una mujer por los delitos de homicidio calificado con ventaja, lesiones calificadas y privación ilegal de la libertad, en agravio de los dos migrantes de origen hondureño. Los presuntos imputados son: Esmeralda N, Carlos N y Francisco Javier N. quienes fueron puestos a disposición de un juez.
Enganche y asesinato
Los cuerpos fueron abandonados en la vía pública la madrugada del domingo 16 de diciembre –los asesinaron la noche del sábado– y fueron identificados hasta que el sobreviviente presentó una denuncia y la autoridad relacionó los hechos.
Según la versión de la víctima sobreviviente, aquel sábado los muchachos salieron de su albergue y se dirigían hacia la Unidad Deportiva Benito Juárez, en cuyas inmediaciones permanece en la vía pública un grupo de miembros de la Caravana.
En el trayecto se toparon con una joven.
–¿Qué andan haciendo?–, preguntó ella. A lo que uno de ellos respondió:
–Vamos a cambiar un cheque.
Entonces la joven trabó más conversación. “Platican y hay un entendimiento”, narró el subprocurador. Aparentemente, la muchacha habría ofrecido tener sexo con ellos, y unos pasos después se habría sumado otra muchacha. Entonces, los adolescentes migrantes y las dos jóvenes se fueron a una “cuartería” o “picadero”.
Al llegar al lugar, una de las jóvenes llamó por teléfono y le dice a alguien que “ya vaya”.
“Llegan dos personas del sexo masculino y les preguntan por el dinero. El móvil era el robo, los agresores están completamente drogados y sin ningún motivo, salvo el que no traían dinero, estrangulan a uno de ellos”, explicó el subprocurador.
El testigo ya no alcanzó a ver qué pasa con la segunda víctima, quien al igual que su compañero, según la necropsia de ley, murió por asfixia, sin embargo este último presentaba también una herida de arma blanca.
Según la versión el tercer joven, los presuntos responsables lo dejaron salir de la cuartería, aunque lastimado, porque se comprometió a “ir por dinero y trabajar con ellos”.
Desde la llegada de las caravanas han muerto en Baja California cinco hondureños: los dos adolescente del fin de semana, otro por sobredosis y dos más atropellados mientras caminaban de Mexicali a Tijuana en la vía pública de esta ciudad.
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