Mañana miércoles el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmará la orden ejecutiva para comenzar a construir el muro en la frontera con México con el que planea detener el flujo de migrantes; una de las promesas más fuertes de su campaña.

“Mañana tenemos un gran día planeado para la SEGURIDAD NACIONAL. Entre otras cosas ¡construiremos el muro!”, anunció a través de su cuenta de twitter el magnate. Sin embargo, a pesar de que se pueda aprobar un decreto presidencial, la aprobación de los recursos y de la construcción del muro aún tendría que pasar por el congreso

Big day planned on NATIONAL SECURITY tomorrow. Among many other things, we will build the wall!

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 25 de enero de 2017

El muro, que fue una de las promesas de campaña más repetidas por Trump, se extenderá a lo largo de la frontera de 3 mil 200 kilómetros que comparten ambos países, de los cuales mil  ya tienen algún tipo de cerca o muro.

Además, las promesas del ahora presidente aseguraban que México pagaría el muro, lo que despertó temor  a que las remesas de las comunidades de mexicanos migrantes sean secuestradas o encarecidas con aranceles o impuestos del lado estadunidense.

El lunes, el presidente de Enrique Peña Nieto anunció un decálogo en el que aseguró que defendería las remesas de los connacionales en Estados Unidos. Ambos presidentes se reunirán el próximo 31 de enero para establecer las nuevas directrices que regirán la relación bilateral y para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

También se espera que el miércoles, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray viaje a Estados Unidos para preparar la reunión del próximo 31 de enero.

El costo del muro ha sido motivo de especulación por el alto costo que implica su construcción. De acuerdo con una investigación del diario El Universal, los 25 millones de dólares que costaría, representan la misma cantidad de remesas enviadas desde Estados Unidos a México durante el año pasado.

La misma investigación señala que el presupuesto para la obra tiene que ser aprobado primero por el congreso, y que aún teniendo más de 40 mil trabajadores, no se completaría en cuatro años.