En la mañana del 20 de enero, una gran caravana atraviesa por el río Suchiate. Sin embargo, muchas personas estuvieron días al borde de la frontera, esperando salir de Centroamérica. Más de 500 caminan por el río. Son cientos, miles de hondureños, casi todos jóvenes. Son los rostros de la migración, algunos lo intentan por primera vez, muchos ya tienen un camino recorrido, son “viejos-nuevos migrantes”
Texto: Ángeles Mariscal
Fotos: Bladimir Pérez
TAPACHULA, CHIAPAS.- Cristian llegó a México en una de las caravanas de 2018, lo deportaron, y ahora lo intenta de nuevo. En esta ocasión, a diferencia de la anterior, encontró una frontera prácticamente impenetrable. Cientos de militares de la Guardia Nacional vigilan los ríos, las rejas, los lugares por donde antes, con cierto esfuerzo, pudieron entrar.
Él es originario del Departamento de Copán, en Honduras. A sus 21 años, decidió intentar de nuevo llegar a Estados Unidos, vía México, porque en su país de origen la única alternativa que por el momento tiene, son las actividades agrícolas, “que no dan ni para comer”.
Como él, migrantes que ya han cruzado en ocasiones anteriores la frontera con México, lo intentan de nuevo. Algunos, como Cristian, para mejorar su economía; otros, como Brayan (nombre ficticio que él se puso para evitar ser reconocido), huye de la violencia que existe en su país.
“Es la primera vez que intento pasar, ¿sabe?, porque yo definitivamente no quiero unirme a las pandillas, y allá en mi tierra a veces no es que uno quiera, es que si no te unes, cuando ellos te escogen, pues si te niegas llega la amenaza de muerte. Yo por eso salgo”, señala Brayan, mientras empujan para llegar a la reja de la frontera del Suchiate, esperando, de alguna manera, poder entrar.
En la mañana del 20 de enero, una gran caravana atraviesa por el río Suchiate. Sin embargo, muchas personas estuvieron días al borde de la frontera, esperando salir de Centroamérica. Más de 500 caminan por el río.
Entre los grupos viajan los dos jóvenes con Rosalba, una mujer que hereda de sus antepasados los rasgos de la cultura maya, que tuvo ramificaciones hasta Honduras. Ella no habla, tiene la mirada profunda, y la enfoca en su objetivo. Mira más allá de la reja que ahora la separa de México.
Cientos, miles de hondureños, casi todos jóvenes, se encuentran ahora en la frontera entre México y Guatemala. Son los rostros de la migración, algunos lo intentan por primera vez, muchos ya tienen un camino recorrido, son “viejos-nuevos migrantes”.
Lo intentarán una y otra vez, porque la situación en su país no ha cambiado; y allá: “¿Pues qué futuro tenemos? ninguno”, señalan, mientras esperan el momento y las condiciones para entrar a México, en su ruta hacia Estados Unidos.
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Unos 3 mil migrantes hondureños, de la caravana que salió de la capital de ese país este 2020, permanecen varados en la frontera con México, en los cruces fronterizos de Chiapas y Tabasco. El despliegue de elementos de la Guardia Nacional les impide la entrada masiva.
Otros 1 mil 087 migrantes de la caravana, de acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM), han entrado de manera regulada, entregándose a los agentes migratorios, e iniciado trámites para permanecer en este país, y posteriormente continuar su ruta rumbo a Estados Unidos.
Sin embargo, a decir del INM, la mayor parte de ellos serán deportados a Honduras. De acuerdo a los migrantes y organizaciones no gubernamentales, lo que el gobierno mexicano les ha ofrecido es inscribirse a los programas “Sembrando Vida” y “Jóvenes Construyendo el Futuro”, pero en su país de origen, no en México.
Las cifras que hasta el momento permiten cuantificar el número de migrantes que se encuentran en la frontera, las ha dado el gobierno de Guatemala, ante quien tienen que hacer el registro de entrada y paso.
Ese país indico que salieron de Honduras 4,006 migrantes, los días 15, 16 y 17 de enero. Estos migrantes se dirigieron a las fronteras de Guatemala con Tabasco; y de Guatemala con Chiapas. En ambos lugares, los migrantes se encontraron con fuertes dispositivos de contención, conformados principalmente por militares integrantes de la Guardia Nacional.
“Hay capacidad para aplicar la ley, por donde lleguen (los migrantes) el gobierno mexicano tiene gobernabilidad y seguridad para tener en las fronteras de nuestro país la seguridad del territorio (…) es una migración como establece la ley, regular, segura y ordenada, no es que entran y se les da un boleto de metro. Tienen que hacer una serie de requisitos, esperar los términos de ley para que la autoridad migratoria decida lo procedente”, señaló Roberto Garduño, comisionado nacional del INM, mientras supervisa en colaboración con la Guardia Nacional, los operativos de contención de la frontera.
El INM, en su comunicado, informó que en relación a los 1,087 que han ingresado y han sido llevados a estaciones migratorias, “en la mayoría de los casos y una vez revisada la condición migratoria particular, se procederá al retorno asistido a sus países de origen en caso de que la situación así lo amerite”.
Activistas que apoyan a migrantes y solicitantes de refugio, denunciaron que a los migrantes que se han entregado a los agentes del INM prácticamente se les está exigiendo que regresen a Honduras, poniendo en riesgo a quienes han manifestado que la deportación significa poner nuevamente en riesgo su vida, por la amenaza que corren miles de jóvenes amenazados por las pandillas.
“Por que no todos migran por razones económicas, muchos lo hacen para huir de las condiciones de violencia de su país”, expresó una asistente del albergue ubicado en la pequeña ciudad de Tecún Umán, ubicada en la frontera, del lado de Guatemala.
Mientras los migrantes de la caravana 2020 buscan la manera de entrar, el INM y la Guardia Nacional, mantienen los operativos de contención a lo largo de los ríos Suchiate, Hondo y Usumacinta, así como tareas de supervisión en los puentes fronterizos de Ciudad Hidalgo y Talismán.
Además, se mantienen operativos en las comunidades de la frontera sur de México, como El Ceibo, Tenosique, El Triunfo, Reforma y Escárcega, reconoce la dependencia.
Este trabajo fue publicado originalmente en Chiapas Paralelo que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
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