En el último tramo del camino, las autoridades estatales dispusieron de camiones para trasladar a los refugiados hasta Tijuana, pero no los dejan detenerse para cosas básicas como ir al baño o tener atención médica, y tampoco han dejado que se les acerquen organizaciones humanitarias para darles de comer
Texto y foto: Reyna Haydee Ramírez
HERMOSILLO, SONORA.- “No parar”. Es la orden que traían los operadores de autobuses que trasladan a centroamericanos de la primera Caravana Migrante que salió de Honduras a mediados de octubre.
En cinco días, con sigilo y rapidez, por Sonora cruzaron alrededor de 120 camiones con 3 mil 500 migrantes, según datos oficiales, y hay cerca de mil que todavía están en tránsito o en espera de autobuses que los llevaran a Baja California. Y según las autoridades, a ellos es a quienes les urge llegar a la frontera, por eso no han parado en Sinaloa ni Sonora.
Ante la prisa, asociaciones humanitarias se han apostado en las casetas de peaje de Sonora, donde los camiones paran forzosamente y ahí han logrado brindarles alimentos, porque les han informado que por no parar les privan de agua y comida.
Los migrantes que han llegado a Sonora son parte de la primera caravana que salió de Honduras a mediados de octubre. Según cifras oficiales este viernes hay mil 644 en tránsito por el Estado, 700 de ellos están en Navojoa a la espera de camiones para cruzar los últimos 859 kilómetros que les faltan para llegar a Tijuana.
A través de ventanales con vidrios polarizados de los autobuses, apenas se distinguen los rostros cansados, de hombres, mujeres y niños, se asoman curiosos, sonríen al ver que alguien los espera en las casetas, saludan y con señas piden agua.
Para organizaciones civiles, el paso de los migrantes ha sido un misterio, y ayer protestaron, exigieron a la gobernadora Claudia Pavlovich que explique una actitud que consideran inhumana.
Irasema León, de Golondrinas Migrantes, una organización que desde hace dos años alimenta a migrantes que transitan por Sonora, cuestionó el sigilo con el que han actuado las autoridades sonorenses, pues pareciera que quieren que nadie vea los refugiados.
Los reciben en Navojoa y los trasladan rápido a Baja California, sin parar a comer, beber agua o ver su estado de salud, sin ver que van niños.
“Es un misterio, como si estuvieran transportando reos peligrosos, no sé de qué manera, no sé porque se está manejando esa invisibilidad de ellos, de pasarlos por la periferia, pasarlos de noche, de pasarlos muy rápido”, lamentó la activista.
El Padre Gilberto Lezama, al frente del Comedor Migrante San Luis Gonzaga, explica que el jueves se movilizaron mil 400 migrantes en 15 autobuses, venían desde Navojoa y algunos operadores les concedieron parar alrededor de 15 minutos en la caseta de peaje a 15 kilómetros de la salida norte de Hermosillo. Ahí les dieron agua y comida.
“Me tocó ver una niña, estaba haciendo sus necesidades en cuanto bajó del camión, esas cosas siempre calán”, externó el Padre Lezama tras lamentar la rapidez con que cruzan el Estado.
“Pasan muy rápido y muy sigilosamente, puedo entender que hayan pasado rápido, por lo que implica para la sociedad (local), lo que no entiendo es porque no nos dijeron la hora, para darles una comida digna”, se pregunta el sacerdote.
Para este viernes 16, el Padre Lezama ya tiene listos 2 mil emparedados y botellas de agua que le llegaron de cientos de ciudadanos que desean apoyar a la Caravana Migrante. Además le prepararon comida caliente, por si se detienen.
El comedor para migrantes opera desde hace diez años, está cerca de las vías del tren, justo para atender a los migrantes que cotidianamente viajan en “La Bestia”, y que hacen un alto en esta Capital a 350 kilómetros de la frontera con Arizona, Estados Unidos.
Las prisas por cruzar Sonora han provocado también que algunos migrantes queden varados, como ocurrió con un grupo de ocho hondureños que bajaron a comprar comida y el autobús los dejó en Hermosillo.
El parte oficial
El padre Lezama indica que según cifras de líderes que viajan en la Caravana son de cerca de 5 mil migrantes que ya pasaron o están en tránsito por Sonora. Esa cifra es muy parecida a la oficial, que tiene la Secretaría de Gobernación, explica el delegado en Sonora, Wenceslao Cota Montoya.
En cinco días, del 12 al 16 de noviembre, suman casi 120 autobuses que han movilizado a 3 mil 500 migrantes, la mayoría hondureños, explica el funcionario.
“Hoy (viernes 16), tenemos mil 600 migrantes en Sonora, en diferentes ciudades, son 944 en tránsito, por distintos puntos del territorio, principalmente de Caborca hacia el noroeste y 700 en espera (en Navojoa).
Los 700 migrantes, indicó, están en la caseta de peaje “La Jaula” en Navojoa, municipio al sur de Sonora, que es donde los están dejando los camiones que los cruzaron por Sinaloa.
Cota Montoya explicó que ayer eran mil 644 en “La Jaula”, pero en el transcurso de la noche y madrugada se movilizó la mayoría y quedaron 700 en espera de camiones para ser trasladados a Tijuana.
El delegado de Gobernación rechazó que exista un plan del gobierno estatal o federal para “hacer invisibles” a los migrantes en su paso por Sonora, pero si hay un operativo para escoltarlos y guiarlos a Tijuana porque “son ellos los que tienen prisa”.
“No ha habido oportunidad (de parar), porque lo que ellos traen, cuando menos el objetivo es llegar lo más rápido posible a Tijuana”, externó Cota Montoya, quien dijo desconocer quién contrató o quien paga los autobuses.
“Son apoyos diversos, algunas organizaciones, sociedad civil, algunos de ellos se manejaron en forma turística, vienen con sus propios gastos, otros apoyados por organizaciones civiles”.
“No tengo esa información a detalle, sé obviamente que son más de 100, 120, pero muchos ya vienen en ellos, otros contratados por ellos, otros por organizaciones, no sé cuántos del gobierno, pero debe haber”, expuso.
El delegado de Gobernación en Sonora reveló que la Policía Federal monitorea, escolta y no permite que los migrantes abandonen los autobuses.
“La Policía Federal está viendo que no se exponga a los migrantes en el trayecto de la carretera, algunos han tratado de salirse de la Caravana, para agarrar plataformas abiertas que los ponen en peligro y no se les está permitiendo”, manifestó.
También aseguró que los gobiernos estatal y federal están brindando asistencia y en Navojoa, al sur, y Caborca al noroeste, el IMSS, el Issste y el Estado instalaron brigadas de Salud, así como cocinas de Sedesol para alimentos calientes, y el Estado les da alimentos fríos.
“El servicio de salud inició anoche (jueves 15) por las inclemencias del tiempo, las bajas temperaturas, algunas personas se están enfermando de los bronquios, y empezó una campaña de vacunación contra la Influenza,
“Es asistencia humanitaria, proporcionarles, desde que llegan a ‘La Jaula’, en Navojoa, ayudarles con alimento, agua, chequeo médico, vigilancia, comida caliente, cobertores, ropa”, dijo el funcionario.
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