Texto y fotos: Ximena Natera

Villahermosa, Tabasco (2 de diciembre de 2015).- La voz es de Mileidy Quevedo, diputada local del Partido Nueva Alianza: “Señor secretario: ¿De qué manera está usted actuando para salvaguardar la integridad de todos los tabasqueños por el creciente fenómeno de los indocumentados? Antes sólo se les veía en las vías del tren en Humanguillo. Hoy están incluso aquí en la capital tabasqueña, pidiendo ayuda económica y al parecer nadie los controla”.

Quevedo es una exconductora de noticias local convertida en política; coordina la fracción del Panal en el Congreso de Tabasco, luego de tomarse una licencia de seis meses para ser candidata a la presidencia municipal de Cunduacán. El audio es de la sesión del martes 1 de diciembre en el Congreso local. Y el secretario cuestionado por no “controlar” a los centroamericanos que “provocan inseguridad” en las calles del estado es el secretario de gobierno, César Raúl Ojeda, quien este miércoles recibe a las integrantes de la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos y les ofrece hacer “todo lo posible” por ayudarlas a encontrar a sus hijos.

El reclamo de la diputada se debe al aumento de la población centroamericana estacionada en Tabasco, un estado que hasta hace un año era sólo un lugar de paso para el flujo migratorio. Pero la situación cambió a partir de la aplicación del Plan Frontera Sur Segura, un programa federal que reforzó la presencia policiaca en la zona y bajó a los migrantes del lomo del tren, obligándolos a buscar nuevas rutas que muchas veces implican caminar por semanas.

Las consecuencias de este cambio se ven en estados como Tabasco, donde grandes grupos de migrantes están varados y buscan alojamiento o trabajo lejos de las zonas tradicionales de la ruta, como las vías del tren o comunidades fronterizas como Tenosique.

La caravana de madres centroamericanas, que por onceava ocasión recorre el país en busca de migrantes desaparecidos en su paso por México, llega a la capital tabasqueña en medio de la controversia por las declaraciones de la diputada. “En Tabasco no se criminaliza a los migrantes, pese a las expresiones de algunos políticos, nosotros respetamos sus derechos”, asegura a las madres el secretario de gobierno, en una reunión a puerta cerrada.

En el discurso, el gobierno de Tabasco es tolerante hacia a los centroamericanos. “No tenemos ninguna investigación que nos indique que el aumento de la inseguridad está involucrada a los centroamericanos”, respondió Ojeda a la diputada en el Congreso.

Sin embargo, Tabasco es uno de los estados donde se registran más casos de abusos de migrantes por parte de las autoridades locales.

“Los policías ven en los migrantes fuentes de ingresos extra, pero por experiencia sabemos que los policías siguen órdenes y bajo un mando adecuado y responsable no hay espacio para que sus miembros tengan prácticas abusivas. Si hay abusos es porque se permite desde arriba”, asegura Marta Sánchez Soler, coordinadora de la Caravana y del Movimiento Migrante Mesoamericano.

El activista Rubén Figueroa, que acompaña la caravana, piensa que el problema está en que el gobierno federal trata el tema migratorio como un asunto de seguridad. “El Gobierno Federal criminaliza a los migrantes y hace imposible que los estados hagan políticas públicas que los favorezcan ¿Cómo les ayudas con programas locales, si al mismo tiempo el gobierno federal ordena que se les meta en la cárcel?”, pregunta.

Las madres siguen su búsqueda, contra viento y marea. En el tercer día de la Caravana, visitaron el Centro de Reinserción Social del estado, ubicado en la capital, y la cárcel de Huamanguillo. Luego, la Caravana siguió a Veracruz, el estado mexicano que tiene el récord de migrantes desaparecidos.