Integrantes de organizaciones de migrantes reclamaron una mayor intervención de los consulados mexicanos en Estados Unidos para impulsar una reforma migratoria justa
Texto: Kau Sirenio
Foto: Especial
Migrantes mexicanos en Estados Unidos coincidieron en que el gobierno mexicano tiene que empujar nueva política migratoria justa y humanitaria en la región. Y reclamaron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador mayor atención en los consulados, porque acusaron que sólo los utilizan como moneda de cambio en la mesa de negociación.
En un foro virtual, los activistas hablaron de política migratoria, Dremmers/DACA, vinculación del gobierno mexicano con la comunidad migrante, derechos humanos, tráfico de armas, migración interna de México, así como los programas sociales.
La visita del presidente mexicano a aquel país despertó la indignación de la comunidad migrantes. Recordaron el discurso racista que ha tenido el mandatario estadounidense Donald Trump.
La coordinadora de Alianza América en Chicago, Zoraida Ávila Toledo, abrió el debate.
“Este foro va más allá de la coyuntura política, (necesitamos) una política migratoria inmediata, porque no somos monedas de cambio de ningún país”.
Líderes de organizaciones binacionales y estadounidenses que se oponen al tráfico de armas en las fronteras de Arizona y Texas también cuestionaron la política racista de Trump.
El maya quiché Policarpo Cha saludó en su lengua materna: “Saludo a la madre Tierra. A las familias afectadas por las leyes de la frontera y al universo para que nos ayude a encontrar la palabra correcta para expresarnos con los gobiernos de ambos países. Porque hace falta que nuestras voces lo escuchen ambos gobiernos”.
Luego intervino el cofundador de Fe y Justicia Worker Center, Pancho Argüelles.
“Nosotros no somos migrantes, sino parientes que venimos a visitarlos porque tenemos una raíz mesoamericana muy profunda de nuestros ancestros, antes de que existieran leyes de frontera”.
Argüelles nació en la Ciudad de México pero suma más de 20 años en Estados Unidos:
“No me causa ningún placer estar en protesta en contra de un presidente que generó tanta esperanza, por el que todos luchamos durante muchos años por una democracia en México. Durante décadas trabajamos para que la política cambie. Hay avance en el combate a la corrupción. Pero en política migratoria exterior definitivamente siento una gran decepción a la falta de seguimiento a la promesa de campaña”.
Coordinador de Wheelchair Living Hope en Houston, Texas, Pancho Argüelles dijo que falta reconocimiento a las comunidades migrantes y organizaciones sociales en Estados Unidos.
“El presidente ha fallado. Lo que quiero recordarle al presidente y a su equipo es que si no estamos en la mesa de debate, pero sí en el menú. Y eso nos ha pasado mucho a los migrantes en el término de impacto de política represiva y criminal desde el tiempo de los demócratas. Y ahora se ha empeorado mucho con esta administración, que ha hecho una bandera de identidad de ser xenófobo, racista y antimexicano”.
El coordinador del proyecto de Parar Armas a México, en San Francisco California, John Lindsay-Poland y el dirigente de FIOB, en Los Ángeles, Luis López, coincidieron en que no hay estrategia para detener el tráfico de armas y contener la violencia en estados como Tamaulipas y Guerrero.
“No hay proyecto para detener el flujo de arma a México tanto legal e ilegal para detener la violencia criminal. Teníamos la esperanza de una agenda bilateral que permita mayor vigilancia en la frontera de Texas y Arizona para contener el tráfico de armas. Este flujo de armas legal para uso del Ejército en contra de la población en los estados de Tamaulipas y Guerrero”, dijo John Lindsay-Poland.
Agrega: “Estados Unidos y México están armando la guardia nacional y otras fuerzas estatales para detener la inseguridad con ese pretexto México compró 50 mil armas a la Guardia Nacional. Para nosotros esto es una estrategia fallida de seguridad. Por otro lado, Estados Unidos vendió armas a los gobiernos de Guerrero y Tamaulipas, a policías estatales que han cometido violaciones graves a
derechos humanos. La política internacional debe prohibir el uso de armas de asalto porque son muy letales para la población civil”.
Por su parte Luis López exigió que el Estado mexicano reconozca la diversidad en la comunidad indígena migrante, desplazada por los megaproyectos y demandó que se detenga la violencia sistemática en la Montaña y Sierra de Guerrero.
Mientras que la coordinadora de Otros Dreamers en Acción con sede en la Ciudad de México, Maggie Loredo; el asesor de FIOB en Los Ángeles, Gaspar Rivera-Salgado; Dreamers/DACA Alianza América, Chicago, Dulce Domínguez; el vice-coordinador de la Confederación de Federaciones Zacatecanas USA en Zacatecas Efraín Jiménez; y la coordinadora de Alianza América, Los Ángeles, Ángela Zambrano, se centraron en política migratoria y cuestionaron que los consulados no esté trabajando por los migrantes en ese país.
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