Texto: Daniela Rea
Fotos y Video: Mónica González
Mirna Lazcano es originaria de Puebla, migró a Estados Unidos por necesidad económica, allá se casó y tuvo dos hijas. En el 2014 volvió a México porque quería un mejor espacio para vivir con las niñas de 8 y 14 años.
La inseguridad en México la llevó a mandar a sus hijas de vuelta a Estados Unidos, con su padre, pero ella no pudo viajar con ellas por ser indocumentada.
La necesidad de verlas le hizo migrar ilegalmente a Arizona, donde fue detenida por la patrulla fronteriza. En castigo, le prohibieron volver a cruzar la frontera en 10 años.
El amor por sus hijas la ha impulsado a una lucha, en la cual la acompaña el obispo Juan Carlos Ruiz: ella busca entregarse a las autoridades migratorias y pedir asilo por la inseguridad en México.
Hoy cruzó la frontera junto con la Caravana por la paz, la vida y la justicia, un movimiento de activistas que busca abrir el debate de drogas ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Las autoridades migratorias de Estados Unidos le permitieron estar en libertad condicional mientras se lleva a cabo su juicio de asilo.
Se autoriza su reproducción siempre y cuando se cite claramente al autor y la siguiente frase: “Este trabajo forma parte del proyecto En el Camino, realizado por la Red de Periodistas de a Pie con el apoyo de Open Society Foundations. Conoce más del proyecto aquí: enelcamino.periodistasdeapie.org.mx”
Tags: 2016, autoridades, caravana, deportados, migración permanente, migratorias, separacion familiar