Policía de Los Ángeles se comunica en nueve lenguas indígenas con migrantes


enero 12, 2020

Elementos de la Policía de Los Ángeles usan tarjetas con palabras en lenguas indígenas para comunicarse mejor con los migrantes provenientes de México y Guatemala cuya lengua materna es indígena

Por: Kau Sirenio Pioquinto

Policía de Los Ángeles se comunica en nueve lenguas indígenas con migrantes

Elementos de la Policía de Los Ángeles usan tarjetas con palabras en lenguas indígenas para comunicarse mejor con los migrantes provenientes de México y Guatemala cuya lengua materna es indígena

Por: Kau Sirenio Pioquinto


Elementos de la Policía de Los Ángeles usan tarjetas con palabras en lenguas indígenas para comunicarse mejor con los migrantes provenientes de México y Guatemala cuya lengua materna es indígena

Texto y fotos: Kau Sirenio 

LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- El departamento de policía de Los Ángeles inició un programa intercultural con la comunidad latina para reducir la brecha con las poblaciones indígenas migrantes. Basado en una mejor comunicación: entregó a sus elementos tarjetas de bolsillo que contienen mensajes en nueve lenguas indígenas de México y Guatemala.

“Debemos de generar confianza entre la comunidad de Los Ángeles, sobre todo con la comunidad migrante. Nosotros no somos policía migratoria, sino policía de la ciudad”, dice en entrevista el capitán Alfredo Labrada, conocido como Al.

La política lingüística es una iniciativa de activistas, intérpretes indígenas que integran el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB) y Comunidades Indígenas en Liderazgo (CIELO). Para su correcta realización, los pasados 14 y 15 de diciembre, las organizaciones impartieron talleres de formación de intérpretes en lenguas indígenas.

“En Los Ángeles hay una comunidad diversa. Aquí se hablan más idiomas del mundo que en cualquier otra ciudad, lo que representa a distintas culturas. Tenemos que educar a la policía de la ciudad para que atiendan a las poblaciones indígenas, que en su mayoría son los más vulnerables”, explica Labrada.

“Hay oficiales que se educaron en lengua distinta al inglés, a estos oficiales se les da un bono por hablar distintos idiomas. Yo hablo español, mientras que otros dominan el japonés, coreano, ruso. Unos más hablan alguna lengua materna de México y Guatemala”, dice el jefe policiaco en su oficina de la Estación 77, en el Sur-Centro de Los Ángeles.

Nacido en la Ciudad de México, el oficial de policía destaca que otorgar facilidades en lengua materna contribuye a reducir la discriminación.

Entre el departamento de la policía de Los Ángeles y el FIOB organizaron talleres de concientización con los policías en los primeros meses de 2018. De ahí surgió la necesidad de las tarjetas en lenguas indígenas, desde esos talleres el Al Labrada trabaja de la mano con la activista Odilia Romero.  

“Hemos hecho varias cosas, para mejorar la atención de la policía con la víctima, pero siempre me hacía las mismas preguntas: ¿Cómo le voy a tomar el reporte a una víctima que no habla español ni inglés? A veces buscamos a algún familiar o amigos que estén cerca, para que nos ayude, pero no siempre es fácil, porque en México se hablan 62 lenguas indígenas”. 

Agrega: “Con Odilia y otros líderes comunitarios nos acercamos a la comunidad de Los Ángeles para atender a todos por igual. Lo más importante es que lo haremos en su lengua materna”. 

Labrada aborda los prejuicios sobre los mexicanos en el exterior.

“Muchos de nuestros oficiales dan por hecho que todos los mexicanos hablan español y se olvidan en México hablan muchas lenguas indígenas”.

El proyecto del capitán no sólo se enfoca en la policía. Está organizando un espacio de educación comunitaria para los bomberos con el fin de que aprendan de las culturas indígenas mexicanas como: zapotecas, mayas, mixteca y triquis. 

-¿Cómo resuelven el problema cuando un infractor es indocumentado y la única persona que pudiera ser su intérprete también es indocumentado?

-Tenemos una política en este departamento de policía de Los Ángeles: no preguntamos el estado migratorio de nadie. Si una persona es indocumentada, no nos interesa porque nosotros no somos de migración –contesta tajante. 

Agrega: “A nosotros nos importa hablar con la comunidad, con la víctima si es sospechoso, para poder tener mayor información que permita resolver su caso. Ese es nuestro compromiso, la de investigar y no la de preguntar su situación migratoria. Yo también fui indocumentado cuando llegué aquí, a los Estados Unidos. Tenía cinco años, venía con mi mamá del aquel entonces DF”.  

La infancia de Alfredo Labrada era ir y venir de Mérida, Yucatán, y Ciudad de México, hasta que su mamá decidió llevarlo de indocumentado a los Estados Unidos, donde enfrentó el rechazo por no hablar el inglés.

“Era muy difícil para nosotros acceder a los servicios en ese tiempo. La policía no era amable en las comunidades que no hablabas el inglés. Cuando me hice oficial, me propuse romper con estas barreras lingüísticas y me propuse respetar a todos sin importar sus condición cultural, económica y social”.

Por su parte, Odilia Romero destaca el valor de las tarjetas que contienen lenguas indígenas, sobre todo porque en ellas se identifica a los barrios con mayor población indígena, lo que permite que un policía que se encuentre en el Sur de la ciudad de inmediato saque su tarjeta en zapoteco o mixteco.

“Era lo que estábamos esperando desde hace mucho. Con el capitán Labrada nos llevó años trabajarlo y al fin lo vemos concretado.  Nuestra lengua está floreciendo en terrenos donde jamás pensaríamos que nuestra semilla se iba a germinar”, dice la activista.

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