Foto de www.nexos.com
México ha intensificado sus operativos migratorios sin construir un sistema de protección adecuado para refugiados, reportaron investigadores de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus iniciales en inglés) y de la organización civil mexicana Sin Fronteras.
En un documento de análisis, Clay Boggs, de WOLA, así como Carolina Carreño y Diana Martínez, de Sin Fronteras, detallan que entre octubre del 2014 y abril del 2015, México detuvo a 92,889 personas centroamericanas, más del número total de centroamericanos que detuvo la Patrulla Fronteriza en la frontera sur de Estados Unidos en este mismo periodo.
A decir de los especialistas, si bien algunos migrantes centroamericanos salen por falta de oportunidades hacia Estados Unidos, no se puede negar los altos niveles de violencia en Centroamérica: Honduras y El Salvador son los países más violentos del mundo. Honduras tiene una tasa de homicidio de 68 por cada 100,000 personas. Por su parte, la violencia en El Salvador va en aumento, en el mes de mayo se registraron 635 homicidios, lo cual representa la cifra más alta desde el fin de la Guerra Civil en 1992.
En el 2014, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) hizo una encuesta a 200 niños no acompañados detenidos en la ciudad de México y Chiapas, y resultó que casi la mitad, 48.6%, pudo haber calificado para recibir protección internacional.
Por su parte, Médicos Sin Fronteras, otra organización que trabaja en México con personas migrantes en tránsito, afirma que entre sus pacientes, 42% de los salvadoreños y 32% de los hondureños han expuesto algún motivo relacionado con la violencia que se vive en sus países como un factor determinante para migrar.
En el 2014, México reconoció a 451 personas como refugiados, entre ellos a 413 del Triángulo Norte, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
En tanto, la Secretaría de Gobernación (Segob) dio una cifra más pequeña, 195, para el número de extranjeros documentados como residente permanente por reconocimiento de refugio en el 2014; mientras, en el mismo periodo, el gobierno de México deportó a 107,814 personas.
A su vez, en el 2014 sólo 2,137 personas solicitaron asilo, de ellos, 1,769 fueron de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Durante las visitas de monitoreo a las estaciones migratorias que realiza Sin Fronteras en Palenque, Chiapas y Villahermosa, Tabasco, la no gubernamental recoge que mientras en muchos casos los migrantes no saben sus derechos, la Comar trata, en algunas ocasiones, de persuadir a las personas que intentan iniciar procedimiento para no realizarlo.
Los autores del análisis recomiendan dar prioridad al fortalecimiento de la Comar, la cual sólo tiene 15 agentes para hacer entrevistas en todo el país. Sugieren, asimismo, a Estados Unidos que reconozca que si sigue dando equipos y entrenamiento a México para asegurar su frontera, también necesita asegurar que el país tenga la capacidad y voluntad política de cumplir con sus obligaciones internacionales de protección.
Nota tomada de El Economista