Durante la comparecencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ante el senado el 22 de mayo, expuso los cambios en políticas públicas respecto al tema migratorio, específicamente en la frontera sur, con los que se busca blindar la frontera sur.
El secretario declaró que para proteger los derechos humanos de los migrantes que cruzan la frontera es necesario tener un control con datos mínimos, “quiénes llegan a nuestro país, el origen y destino de los mismos”, con el propósito de brindarle mayor seguridad a los migrantes y a los mexicanos, pues de los 450 mil que ingresan, no llegan a su destino o son deportados y permanecen en México, particularmente en Tamaulipas.
Señaló que en fechas próximas se dará a conocer esa política, de la cual se ha hablado ya con los mandatarios de los distintos países de Centroamérica.
“Y si incluso su deseo es ir al país vecino de Norteamérica, entonces ver si tiene las condiciones para que esto pueda suceder, me refiero también al permiso correspondiente”, dijo el secretario.
Negó que esta política vaya a ser violatoria de derechos humanos, por el contrario, con ella se busca proteger a los migrantes de las bandas organizadas de la delincuencia de la cual “son presa fácil”, lo cual será más sencillo con un “control efectivo”.
Los cambios en políticos migratorias se empezaron a cocinar desde el 2012; el primer indicio fue la reunión del presidente Enrique Peña Nieto con el senador republicano John McCain; en la cual ambos participantes coincidieron en la necesidad de que sus países trabajen juntos para tener una frontera cada vez más segura y eficiente.
Un año después, el 23 de julio del 2013; la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, firmaron en Tamaulipas el Memorándum de Entendimiento sobre Comunicaciones Transfronteriza (la información de este documento está reservada por los próximos 11 años), el cual permitirá patrullajes coordinados en ambos lados de la frontera, así como intercambio de información en tiempo real entre policías de los dos países.
Un día después, Janet Napolitano se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto y el gabinete de Seguridad. Se discutió sobre el acuerdo firmado en Tamaulipas y también se acordó que se debe fortalecer la seguridad en la frontera sur de México, “a fin de lograr un flujo migratorio ordenado y con respeto a los derechos humanos”, según un comunicado de Gobernación.
Se debe considerar que la administración de Barack Obama rompió un record deportado a 2 millones de inmigrantes y que en México a un 90% de los migrantes detenidos se les obliga a regresar a su país.