Una década pasó desde que Ana Enamorado supo por última vez de su hijo Óscar Antonio López Enamorado. La madre del joven hondureño que desapareció en territorio mexicano logró con un amparo que las instituciones den seguimiento a su caso; le deben informar sobre los avances cada 10 días
Texto y fotos: María Ruiz
Después de una década sin resultados intitucionales en la búsqueda de su hijo Óscar Antonio López Enamorado, la activista Ana Enamorado logró que los organismos gubenamentales le informen cada 10 días de los avances en la búsqueda de su hijo, quien desapareció en territorio mexicano.
Hace 10 años que Ana Enamorado no sabe nada de su único hijo, quien decidió migrar de Honduras a Estados Unidos. Allá conoció a dos personas que lo invitaron a México. En este país desapareció y desde entonces las autoridades no sólo han sido omisas, también cometieron muchos errores respecto a la investigación del paradero de su hijo.
Ana Enamorado tuvo que contratar abogados particulares para poder avanzar en las investigaciones. Después de 10 años de no tener avance alguno, estos abogados particulares consiguieron en dos semanas interponer un amparo que obliga a que las instituciones que cuentan con algún expediente abierto de Óscar Antonio López Enamorado le entreguen un seguimiento, cada 10 días, de los avances que logren en la investigación.
Uno de los abogados de la señora Enamorado, Sandino Rivero, explica que revisaron el expediente y se dieron cuenta que hubo muchas omisiones por parte de la FGR, del Ministerio Público de Puerto Vallarta y de la Fiscalía de Jalisco. Las líneas de investigación han sido poco efectivas y poco serias. Por ejemplo, en 2010 le hicieron prueba de ADN a dos cuerpos de personas que murieron en 2009 pero Ana Enamorada habló con su hijo en enero del 2010. Tres años después el Ministerio Público en Jalisco presionó a Ana Enamorado a aceptar las cenizas de un cadáver que supuestamente correspondía al de su hijo pero al cuerpo no le tomaron su perfil genético antes de ser incinerado.
Rivero explica el logro del amparo que obtuvieron hace dos semanas:
“El juez ordenó que se busque a Óscar físicamente en centros de detención militar, en centros policiales, hospitales. En 10 años no se había hecho. Sólo se giraban oficios. Lo que uno tiene que hacer es ir a buscar físicamente, con la vista ver si está o no. También que, tanto el Ministerio Público federal como el local estén enviando cada 10 días informes de lo que están haciendo”, explica el defensor.
El abogado destaca que si un juez de amparo lo está ordenando, ellos se sienten obligados porque si no incurren en delito. Las instancias gubernamentales que deben de responder son la Fiscalía General de la República, por la averiguación previa federal; la Fiscalía de Justicia del Estado de Jalisco, por la indagatoria local; La Comisión Nacional de Búsqueda, porque ellos tienen que determinar cómo hacer un plan de búsqueda; la CNDH porque tienen abierto un expediente por omisiones de ambas fiscalías mencionadas previamente; la Subsecretaría de derechos humanos de Gobernación, porque tienen el expediente de búsqueda, el número Jalisco /09 y el Juzgado de Amparo Federal, el Juzgado décimo primero de amparo en materia penal, con residencia en la Ciudad de México porque ellos están dando seguimiento al amparo por la desaparición de Óscar.
“No caben en este muro todos los familiares desaparecidos”
La mañana de este lunes, frente a la Fiscalía General de la República (FGR) ubicada a un lado de la Glorieta de los Insurgentes, el cielo nublado acompaña a Ana Enamorado en su protesta. Junto a ella un grupo de familiares de desaparecidos le hacen compañía en esta fecha que le atraviesa el corazón.
La manifestación terminó después de que las familias se reunieron con el titular de la Fiscalía de Personas Desaparecidas y con el fiscal titular de la Unidad de Personas Migrantes. Acordaron reunirse el próximo 27 de enero para analizar las averiguaciones previas y el 30 de enero, para comenzar a trazar un plan de búsqueda en vida de Óscar Antonio López Enamorado junto a la Comisión Nacional de Búsqueda.
“Como a nosotras no se nos olvida. El dolor sigue ahí, el dolor sigue vivo. El dolor por la desaparición de mi hijo es como el primer día”, dice de pie frente a las puertas de la FGR.
Las familias que buscan a sus seres queridos también tomaron el micrófono para expresarle su apoyo con palabras que evidencian de lo desvalido que está el sistema mexicano de justicia. Denunciaron que Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, no ha respondido sus llamados para saber qué pasó con sus familiares; que las autoridades están rebasadas; que el tiempo no les ayuda, que al contrario, los va debilitando. Demandan que haya búsqueda en vida, búsqueda en muerte pero que sea ya; que hay más de 30 mil cadáveres sin identificar…
Al final de sus participaciones se anunció que el Colectivo Huellas de la Memoria colocaría un memorial frente a la entrada de la FGR para recordarles a los funcionarios que esas personas están perdidas. Junto a los retratos les acompañan las huellas de los zapatos de las madres que han gastado sus suelas entrando y saliendo de cada instancia, de cada oficina, para encontrar a sus hijos.
Ana Enamorado explica que el memorial busca que la desaparición de su hijo y los de otras 10 familias estén presentes en el día a día de quienes trabajan en ese lugar:
“Que cuando salgan sea lo primero que vean y se pongan a trabajar, que se pongan a hacer búsqueda. Nosotros como familias tenemos que estar ahí siempre constantes exigiendo que nuestros familiares sean localizados. No caben en este muro todos los familiares desaparecidos, nosotros no podemos permitir que se olviden”, expresó.
Los familiares de las personas desaparecidas denunciaron que el apoyo jurídico que les dan por parte de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas es insuficiente. Hicieron un llamado a que contraten a personal que le dé valor humano a sus búsquedas, ya que no están buscando ganar un terreno o una propiedad, están buscando vida.
Política gubernamental incrementa riesgo para migrantes
¿La influencia de la política migratoria de Estados Unidos en México las afecta en su búsqueda? Ana Enamorado responde que sí.
“Tenemos miles de personas migrantes desaparecidas y con esta represión que hay ahora, con esta política migratoria que hay en México, sé que van a haber más personas migrantes desaparecidas. Les cierran el paso, les mandan policías (y) la gente lo que hace es buscar lugares más peligrosos, más aislados, en donde más fácil van a caer en manos del crimen organizado. El gobierno dice que bienvenidos, que los van a recibir, que va a haber muchos apoyos, (que) todo eso sea real, que no quede solo en plática porque eso es lo que queremos. Lo dije desde el principio, si hay más desaparecidos, si nuestros familiares siguen desaparecidos, es responsabilidad del gobierno mexicano porque no les brinda seguridad. Si bien es cierto que ellos quieren pasar a Estados Unidos pues que los dejen pasar y ellos vean cómo llegar. Ellos sabrán a qué se están enfrentando porque tienen conocimiento del peligro que hay en México, también están conscientes de que en México no se pueden quedar porque no hay seguridad. Ellos vienen huyendo de la inseguridad que hay en Centroamérica, no quieren quedarse en un país donde desaparecen personas. Ellos quieren llegar a un país en donde van a poder vivir tranquilamente. Ahora que les cierran las fronteras, eso significa que van a seguir desapareciendo personas y nosotros vamos a seguirlos buscando”.
Para Ana Enamorado los discursos del nuevo gobierno son muy bonitos pero no siente que haya un cambio:
“No están buscando a nuestros familiares desaparecidos. No están asumiendo su responsabilidad como autoridad. Sigue siendo lo mismo o creo que peor. Los siguen invisibilizando a nuestros familiares desaparecidos, sobre todo a los migrantes. Nadie quiere reconocer que hay miles de personas migrantes desaparecidos en territorio mexicano. Las familias están en Centroamérica esperando una respuesta, esperando a que sus familiares sean localizados, y nadie los está buscando”, expresó.
El muro frente a la Fiscalía ahora tiene los rostros de 10 personas desaparecidas y diez de las suelas desgastadas de sus familiares, que como se leía en una de sus pancartas, gastarán hasta el último soplo de vida en encontrarles. En México, si la cifra de las miles de personas desaparecidas se convirtieran en rostros de azulejo, no alcanzarían los muros de la Glorieta de Insurgentes.
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