El gobierno mexicano impidió el paso de los centroamericanos que formaban una quinta caravana. Con el argumento de que su vida corre peligro, los migrantes fueron detenidos y trasladados a la estación migratoria de Tapachula
Texto: Ángeles Mariscal / Chiapas Paralelo
Fotografías: Danirel Zacarías
TAPACHULA, CHIAPAS.- La quinta caravana de migrantes entró a México este viernes 9 de noviembre, pero no logró estar en el país más de 3 horas. Policías Federales interceptaron y retuvieron a los migrantes, para luego trasladarlos a la ciudad de Tapachula desde donde, de no tramitar una solicitud de refugio, los deportarán a su país de origen.
Se trata de unos 250 migrantes centroamericanos, la mayoría de ellos provenientes de El Salvador, entre los que había hombres, mujeres, niños y niñas.
Habían llegado a la ciudad de El Carmen Malacatán, del departamento San Marcos, en Guatemala. Desde ahí bordearon el puente fronterizo Talismán, conocido también como Suchiate II, porque es el segundo puente que atraviesa ese río, frontera natural entre México y Guatemala.
Los migrantes escogieron la ruta de El Carmen Malacatán –y no la de Tecún Umán, por donde habían estado pasando las anteriores caravanas – porque esta zona, hasta ahora, había tenido una menor vigilancia por parte de autoridades mexicanas que buscan detener el éxodo centroamericano.
Lo que sería la quinta caravana migrante bordeo la zona por el paso de extravío denominado La Canastilla; alrededor de las 7:30 de la mañana, los migrantes cruzaron y emprendieron el viaje por las carreteras de Chiapas. Sin embargo, cuando apenas llevaban unas tres horas de viaje sobre la carretera Panamericana, al menos un centenar de policías federales les cerraron el paso, impidiendo que avanzaran y que se escaparan por las laderas.
Bajo el argumento de que su vida corre peligro por transitar por la carretera, los obligaron a subirse a camiones para trasladarlos a la ciudad de Tapachula, en donde está la Estación Migratoria Siglo XXI.
Los policías y agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) les dijeron que podían buscar entrar de manera documenta al país, es decir, hacer una solicitud de refugio, que en los hechos les impediría salir del estado de Chiapas. De negarse, serán deportados a su país de origen.
El pasado jueves, el cónsul de México en Tecún Uman, Mauricio Ituarte, les informó a los migrantes que no había paso libre en México.
Apenas ayer, Organizaciones que conforman el Grupo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en Chiapas, entre ellos el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) y el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), dio a conocer que agentes de la Policía Federal (PF), Gendarmería Nacional, Secretaría de Marina, del INM y policías municipales, mantienen retenes y multiplicaron la vigilancia en la zona fronteriza donde han cruzado las caravanas.
La presencia de todos estos cuerpos de seguridad –señalaron- abona a la criminalización de las personas migrantes y refugiadas, y al detrimento de su estado anímico.
También informaron que pese a que el presidente Enrique Peña Nieto a los migrantes adscribirse al programa “Estás en tu Casa”, y por esta vía ofrercer empleo a migrantes que solicitaran refugio, no hay claridad sobre la puesta en marcha del proyecto, el monto salarial que recibirían, la jornada de trabajo que deberán cubrir y el tiempo de duración del empleo.
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