Por Ángeles Mariscal / Chiapas Paralelo
Imágenes: Juan Carlos Calderón
Le llaman “Caravana Centroamericana y del Caribe”. La encabezan personas originarias de Cuba y Haití, y tras ellos van migrantes de El Salvador, Honduras y Nicaragua. Es la primera vez que cubanos se integran en una de las caravanas migrantes que ingresan a México por la frontera sur. Son alrededor de medio centenar que no pudieron obtener un oficio de salida del Instituto Nacional de Migración (INM), que les permitiría transitar libremente por el país.
La nueva caravana entró este sábado a territorio mexicano por el puente fronterizo Rodolfo Robles, que cruza el río Suchiate. La componen unas 2 mil personas que en su primer día de caminata avanzaron unos 70 kilómetros hasta llegar al municipio chiapaneco de Huehuetán, donde pernoctaron.
Michael Hernández, un médico cubano que busca llegar a Estados Unidos, explicó que él y sus compatriotas se han enfrentado a actos de corrupción por parte del INM. Y que, en protesta por ello, el pasado 15 de marzo unos 300 cubanos irrumpieron violentamente en las oficinas del Instituto ubicadas en la ciudad de Tapachula, lo que dejó a un agente herido.
La institución determinó el 19 de marzo cerrar sus oficinas de regulación migratoria en Tapachula, por considerar que no existen condiciones de seguridad para el personal y los usuarios.
Ante la imposibilidad de obtener el pase de salida que les otorgaría el INM, lo que garantizaría que por 20 días pudieran transitar por el territorio mexicano hasta llegar a la frontera norte, este sábado los migrantes cubanos iniciaron la caravana.
“Hay una mala organización del INM, eso ocasionó que impulsáramos esta caravana improvisadamente. Lastimosamente los cubanos hemos sido víctimas de robo y estafa, por parte de agentes de migración y los tentáculos de abogados. Ellos nos timaron, nos piden desde 200 a 900 dólares para darnos un salvoconducto, cuando la ley dice que los salvoconductos (oficios de salida) son de forma gratuita. Los cubanos hemos sido monedita de oro y sacadera de plata”, explicó Michael Hernández.
Su prioridad, dijo, es lograr la solidaridad de la población de México para poder transitar por el país hasta llegar a la frontera con Estados Unidos.
“Antes de irnos limpiamos el parque (de Tecún Umán, ubicada en la frontera), lo haremos en cada pueblo a donde pasamos, no queremos causar problemas a la población mexicana. Les pedimos una oportunidad porque van niños, van mujeres. No tenemos recursos necesarios, por ello les solicitamos que nos apoyen con víveres y agua. Solicitamos nos dejen entrar a los pueblos”.
Desde octubre, al menos una docena de caravanas migrantes han cruzado el territorio mexicano. En enero y febrero, el gobierno federal benefició con tarjetas de visitantes por razones humanitarias a unas 12 mil personas que las solicitaron, principalmente centroamericanas.
Pero este beneficio terminó y en marzo reinició la entrada masiva de migrantes a través de caravanas.