Las caravanas del éxodo migrante se acumulan en Baja California; actualmente las estimaciones hablan de unos 9 mil centroamericanos que buscan refugio, varados en aquel estado. Mientras, su vida cotidiana transcurre en este limbo transitorio

Fotos: Javier Bauluz
Texto: Redacción

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA.- Las caravanas migrantes se acumulan. Esta ciudad se convierte cada día en el freno de un éxodo que no para. Un lugar donde se multiplica la espera y la escasez.

Este jueves, los expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) insistieron en que los solicitantes de asilo, que viajan en caravanas desde América Central hacia México y Estados Unidos de América, merecen el pleno respeto de sus derechos humanos por parte de todos los países involucrados. A la ONU  le preocupan las manifestaciones de odio y xenofobia de la que han sido objeto. En un comunicado, advirtió que los migrantes enfrentan amenazas contra su vida, su libertad y su seguridad, así como graves desafíos humanitarios, relacionados con la escasez de atención médica, de medicamentos, agua y saneamiento, alimentación, y vivienda.

Desde el 13 de octubre, se estima que entre 12 mil  y 17 mil refugiados han pasado por las fronteras de Guatemala y México buscando llegar a  Estados Unidos. De ellos, unos 9 mil están ya en Baja California, esperando recibir asilo en Estados Unidos.  Muchos han sido detenidos y deportados.

En el estadio improvisado como albergue, la vida diaria continúa entre duchas al aire libre, hacinamiento, colas para entrar y para comer, misas evangélicas, descanso y juegos con los más pequeños.