En Tijuana , en los barrios delimitados por la linea fronteriza, los vendedores ambulantes han encontrado una mina de oro en los cientos de migrantes Haitianos y Africanos varados en la ciudad, en búsqueda de cualquier oportunidad de cruzar a Estados Unidos.
El drama ha ido en aumento. Desde abril de este año, las organizaciones calculan que más de dos mil haitianos han llegado a la frontera, huyendo las crisis económicas y políticas de Brasil, Ecuador y Venezuela, los países donde se refugiaron después del terremoto de 7 grados que destruyó la isla y mató al 1% de su población.
Ahí, en la frontera, muchos se hacen pasar por africanos con la esperanza de obtener rápidamente una cita en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza e iniciar su proceso de refugio.
Los que pueden pagar se han asentado en cuartearías donde donde pagan 600 pesos por un pedazo de suelo. Los que no se amontonan en los refugios para migrantes en la ciudad.
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