Foto de tomada de El País/Getty
Estados Unidos debería poner fin a la política de detención “arbitraria y automática” con la que afronta la crisis de migrantes que sufre desde que hace un año se disparara el número de menores y familias centroamericanas indocumentadas que llegan masivamente hasta su frontera sur. Y que no es, además, una mera crisis “humanitaria”, como lo denomina el Gobierno norteamericano, sino que constituye una “auténtica crisis de refugiados”, según insistió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al presentar este jueves un informe sobre el asunto.
“Esto es ante todo una crisis de refugiados, y debe como ser tratada como una crisis de refugiados”, afirmó la presidenta de la CIDH, Rose-Marie Antoine. “Está muy claro que se trata de personas que vienen huyendo para buscar una protección internacional”, acotó la relatora sobre los Derechos de la Niñez, Rosa María Ortiz.
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