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Por primera vez, desde 1928, un presidente de Estados Unidos visita Cuba. La histórica visita de Barak Obama comenzó a gestarse en diciembre de 2014, cuando los dos países reanudaron sus vínculos diplomáticos. En medio de la trama política, están las historias de miles de familias que emprendieron una larga travesía, ante el miedo de perder los privilegios migratorios que tuvieron durante años. Estas son sus historias

Al principio fue un éxodo silencioso que inició al diluirse el impacto por el reinicio de vínculos diplomáticos entre Cuba y Estados Unidos.

Durante meses un río constante de cubanos, apoyados por sus familiares en Miami, abandonaron su país ante el miedo de perder el privilegio migratorio que les permite convertirse en estadunidenses tan sólo con pisar el suelo de ese país.

La mayoría viajó a Ecuador, donde no les era requerida una visa, y de allí emprendieron el camino por tierra hasta la frontera norte de México.

Pero en su camino se atravesó la resolución de un viejo conflicto territorial entre Costa Rica y Nicaragua, que de un día para otro cerró sus fronteras a los cubanos. Más de 8,000 se quedaron varados en la frontera entre ambos países. Entonces el mundo se enteró del éxodo. Y como no ocurre con otros flujos migratorios, varios países –presionados por Estados Unidos- organizaron una operación para mover a los cubanos.

Desde enero pasado se organizó la salida de ellos a través de un puente aéreo desde Costa Rica, El Salvador y México. El Instituto Nacional de Migración (INM) entregó permisos de estancia “por razones humanitarias” a 6,003 cubanos, quienes fueron protegidos en todo su camino hasta ciudades fronterizas tan peligrosas como Nuevo Laredo.

Un gesto que niega permanentemente con otros migrantes quienes son víctimas de secuestros, abusos sexuales, golpes, masacres, homicidios selectivos.

Los protagonistas de este éxodo se encuentran ya en Miami y desde allí atestiguarán el siguiente capítulo de la historia: la primera visita de un presidente estadunidense a Cuba desde 1928.

En el Camino acompañó a los viajeros de este periplo. Las historias del viaje se presentan ahora en este trabajo de Mónica González.

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