Cerca de 60 mil haitianos enfrentarán la deportación de Estados Unidos dentro de un año y medio, esto gracias a la decisión de terminar con el Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés), tomada este lunes por el Departamento de Seguridad Nacional .

De acuerdo con las autoridades de ese país las “condiciones extraordinarias” provocadas por el terremoto que devastó la isla en 2010 ya no existen, por lo que los isleños ya no tienen razones para estar en la isla. El secretario del departamento, Elaine Duke, aseguró que “se han tomado pasos significativos para mejorar la estabilidad y la calidad de vida de los ciudadano haitianos, y Haití es capaz de recibir a salvo niveles tradicionales de ciudadanos deportados”.

De acuerdo con el secretario, los haitianos tendrán un periodo de permanencia legal en Estados unidos de 18 meses, que les permitirá arreglar una repatriación ordenada. Esto podría desatar una deportación o un éxodo masivo de personas.

Si se llegara a producir una salida masiva de migrantes haitianos, es muy probable que estos no regresaran a Haití ni que tampoco buscaran ingresar a México, aseguró Wilner Metelus, director del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados Afromexicanos, una organización que protege los derechos de los migrantes afro en México.

“A ellos (los que están en Estados Unidos) les convendría más entrar a Canadá, porque solamente los que están varados en la frontera norte, en Tijuana, se quedarían en México, pero los que están en Estados Unidos irían a Canadá o a Francia”, asegura Metelus.

La posibilidad de regresar a su tierra es poca, ya que, a pesar de que Estados Unidos considera que la isla está lista para recibirlos, Haití es el país más pobre de América, con delitos en aumento y que no tiene actividades productivas, cerca del 90 por ciento de su presupuesto viene de la comunidad internacional.

Así, miles de haitianos buscan un lugar para migrar de nuevo en caso de ser deportados después de que termine el periodo del TPS. De acuerdo con Wilner Metelus, sus posibilidades también se vuelcan en Brasil, dependiendo de los resultados de las elecciones y Chile, donde hay una gran comunidad de gente de ese país.

“Haití es un país que en la realidad existe por nombre, los que salieron vendieron sus casas y sus cosas, ellos no van a regresar para vivir en Haití, por cuestión económica, Haití no es un país preparado par recibir a las personas”, dice Metelus, quien es originario de la isla.

El TPS es un programa iniciado en 1990, con el cual Estados Unidos permitía a migrantes de países que hubieran sufrido desastres naturales o conflictos armados estancia temporal y permisos de trabajo. Desde el año pasado, el Departamento de Seguridad Nacional ha amenazado con cancelar todos los permisos de dicho programa.

El pasado 6 de noviembre, el gobierno de Donald Trump anunció que todos los permisos para las 2 mil 500 personas originarias de Nicaragua terminarían el próximo enero de 2019. Otros migrantes de países como Liberia, Sudan, Sierra Leona y Guinea también enfrentan la misma suerte.

Actualmente, los principales beneficiaros del programa han sido países de Centroamérica como El Salvador y Honduras.

Esta decisión se suma a otras que permiten y aceleran la deportación de migrantes con una situación migratoria irregular en ese país.