Por: Ángeles Mariscal
Chiapas. Dos niños y una niña cetroamericanos viajaban en una embarcación por las costas de Chiapas. Habían abordado en El Gancho, un punto en la costa, entre la frontera de México y Guatemala, a donde llegan cientos de migrantes que intentan cruzar por mar este país, para llegar a Estados Unidos. Iban con su padre y una veintena de migrantes más.
Esperaban cruzar, la noche del miércoles, los 266 kilómetros del litoral chiapaneco, en la ruta marítima que siguen ahora los migrantes centroamericanos, luego que 2014 el gobierno de México implementó el Plan Frontera Sur, y cerró algunas vías terrestres que usan los migrantes para cruzar el país, entre ellas la del tren.
Por la mañana del jueves, los cuerpos de Adrián Robles García de 6 años, originario de Sonsonate, El Salvador, y de otro niño, aun por identificar pero no mayor de 12 años, llegaron arrastrados por las olas a barra de San José en el municipio de Mazatán. Unos kilómetros antes, en las costa del El Hueyate, quedó el cuerpo de la niña.
“De acuerdo a las primeras investigaciones, los menores viajaban acompañados de su padre, quien logró sobrevivir, luego que la embarcación en la que eran transportados por traficantes de personas se volteara derivado a las fuertes lluvias” que esa noche cayeron en el estado, dio a conocer la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos en Contra de Inmigrantes del gobierno de Chiapas, dependencia que ubica a los infantes como originarios de El Salvador, sin embargo habitantes de Honduras señalan que los niños podrían ser originarios de su país.
Extraoficialmente se informó que el resto de los migrantes que iban a bordo de la lancha logró sobrevivir, y siguieron su camino rumbo a Estados Unidos. Sólo el padre de los niños y la niña quedó en el estado. Autoridades implementaron en las costas de esa región de Chiapas la búsqueda de otras posibles víctimas.
Los cónsules de Centroamérica no han querido emitir información sobre el origen e identidad de los infantes, sin embargo, medios de comunicación de Honduras aseguraron este viernes que dos de ellos son Jennifer Gavarrete López y Carlos Daniel Aguilar –de 7 y 11 años-, quienes salieron de la comunidad San Carlos, Omoa.
El periódico La Prensa, asegura que estos dos niños iban cada uno con su madre, y fue una de ellas, Olga Marina López, fue quien avisó a la familia del hecho.
La ruta marítima del Pacífico mexicano está siendo cada vez más utilizada por la migración centroamericana para cruzar el sur de este país. De acuerdo a organizaciones de apoyo a este sector, el recrudecimiento de los operativos de contención que realizan policías, militares y personal de migración, los obligan a zarpan desde el puerto de Ocós, en el Departamento de San Marcos, Guatemala.
Dede ahí cruzan casi 800 kilómetros de litoral por el Pacífico mexicano, hasta llegar al Golfo de Tehuantepec, por donde ya se introducen por tierra al centro de México; en tren o autobuses.
En la ruta marítima, los migrantes son llevados en lanchas de doble motor o algunas pequeñas –dependiendo el costo que puedan pagar-, y van haciendo escalas en las costas de Mazatán, Acapetahua y Tonalá en Chiapas; hasta el puerto de Salina Cruz, en Oaxaca.
En todo caso, la ruta marítima del Pacífico conlleva el riesgo del naufragio, por el oleaje que alcanza en temporada de lluvias más de tres metros de altura; y por las condiciones de las embarcaciones y del hacinamiento en que son transportados.
Cortesía de Chiapas Paralelo
