Después de entregarse en la frontera para pedir asilo, Roxanna Hernández, una migrante transgénero de 33 años murió bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos, o ICE, por sus siglas en inglés.
Roxanna se entregó en la frontera con california solicitando asilo el pasado 9 de mayo después de cruzar México junto con una caravana de migrantes que ganó relevancia internacional por ser el pretexto para que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desplegara a la Guardia Nacional de ese país en la línea fronteriza.
En un comunicado de prensa, el Servicio de Inmigración anunció que Roxanna había sido trasladada a un hospital por síntomas de neumonía, deshidratación y complicaciones relacionadas con el VIH.
Mañana miércoles 6 de junio, la organización Transmigrante de la Ciudad de México ha hecho un llamado a todos los colectivos LGBTTTQI a realizar una manifestación en frente de la embajada de Estados Unidos a las 19:00 horas. También se realizarán protestas simultáneas en diversas ciudades de Estados Unidos y en Tijuana, Baja California.
La organización Pueblo Sin Fronteras, misma que organizó la caravana migrante que ayudó a Roxanna a alcanzar la frontera, calificó la muerte como un homicidio institucional, y acusaron de negligencia al ICE.
Los centros de detención de migrantes, donde se tuvo retenida a Roxanna, mientras se decidía su caso de asilo, han sido señalados en diversos informes de organizaciones no gubernamentales por la mala calidad de sus instalaciones y los malos tratos que se le da a los migrantes detenidos, mismos que atentan contra su salud y vida.
En lo que va del año, han muerto seis personas en instalaciones de detención migratoria concesionadas por ICE.
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