El emotivo abrazo de 3 minutos en la frontera de México y EE.UU. entre una madre y una hija separadas desde hace 6 años


mayo 3, 2016

Durante seis años sólo pudieron rozarse las yemas de los dedos de vez en cuando a través de la verja que separa México de Estados Unidos. Este sábado, Gabriela Esparza y su madre, María del Carmen, por fin se abrazaron. […]

Por: En el camino / STAFF

El emotivo abrazo de 3 minutos en la frontera de México y EE.UU. entre una madre y una hija separadas desde hace 6 años

Durante seis años sólo pudieron rozarse las yemas de los dedos de vez en cuando a través de la verja que separa México de Estados Unidos. Este sábado, Gabriela Esparza y su madre, María del Carmen, por fin se abrazaron. […]

Por: En el camino / STAFF, Ximena Natera

Durante seis años sólo pudieron rozarse las yemas de los dedos de vez en cuando a través de la verja que separa México de Estados Unidos.

Este sábado, Gabriela Esparza y su madre, María del Carmen, por fin se abrazaron. Aunque fuera por sólo tres minutos con motivo de la celebración del Día del Niño en México.

Ese es el tiempo que tuvo cada una de las seis familias para encontrarse físicamente tras años separados a un lado y otro de la frontera.

Por tercera vez, la puerta de emergencia de la valla entre San Diego y Tijuana se abrió brevemente para que varias familias se reunieran.

Momento de la apertura de la puertaImage Getty
Es el tercer año que la puerta de emergencia de la valla se abre por unos minutos para el reencuentro de varias familias.

Ni los guardias fronterizos pudieron reprimir sus lágrimas.

Una de esas familias es la de Gabriela, de 25 años.

Y es que Gabriela o Gabi, como llama su madre, vive en San Diego, en Estados Unidos. María del Carmen, en Tijuana, México.

En busca de algo mejor

“Todo es bueno, me encanta esto”, dice a la BBC Gabriela, en un perfecto inglés y satisfecha con el país que la acogió.

Llegó a Estados Unidos en 2001. Primero, en 1976, se trasladó su padre. Luego fue llegando el resto de la familia. Todos entraron de manera ilegal.

Gabriela y su hijoImage copyrightKaty Watson
Image captionGabriela es feliz en Estados Unidos, donde ha tenido a su hijo.

“Mis padres vinieron buscando algo mejor para nosotros”, afirma Gabriela, cuyo padre es residente estadounidense y atraviesa la frontera cada día para trabajar en San Diego.

Y aunque Gabriela, que tiene un hijo, encontró ese algo mejor, no fue fácil. Su hermano mayor fue deportado, sus padres se separaron, su madre regresó a México para ayudar a otra hija enferma.

Y Gabriela se quedó sola.

En 2012 se benefició del programa DACA, que permite a ciertas personas que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños continuar en el país durante un período de dos años, sujeto a renovación.

Gabriela pudo así estudiar y trabajar. “Fue una bendición increíble. Me dio la oportunidad de trabajar legalmente”.

Sin embargo, no puede viajar a México.

Lee la historia completa en BBC Mundo.



En el camino / STAFF


Ximena Natera

Soy aspirante a la buena imagen, a la buena crónica, a la buena historia, soy aspirante al buen periodismo. Las historias de horror, miedo e injusticia que vimos y escuchamos a lo largo del camino me dejaron un hoyo en el estómago, la única manera que encuentro para cerrarlo es compartir estas mismas historias una y otra vez, con la esperanza de que la indignación se propague y, como dice el periodista Oscar Martínez, contribuya a iluminar poco a poco las esquinas oscuras.