Bitácora de viaje al sueño esperado


noviembre 15, 2018

Miles de migrantes cruzan México en caravanas. Muchos aprovecharon las prisas de autoridades para echarlos de sus territorios y avanzar con rapidez a la frontera con Estados Unidos. Otros esperan todavía el momento de seguir la ruta. Al final a […]

Por: Alberto Nájar

Bitácora de viaje al sueño esperado

Miles de migrantes cruzan México en caravanas. Muchos aprovecharon las prisas de autoridades para echarlos de sus territorios y avanzar con rapidez a la frontera con Estados Unidos. Otros esperan todavía el momento de seguir la ruta. Al final a […]

Por: Alberto Nájar, José Ignacio De Alba


Miles de migrantes cruzan México en caravanas. Muchos aprovecharon las prisas de autoridades para echarlos de sus territorios y avanzar con rapidez a la frontera con Estados Unidos. Otros esperan todavía el momento de seguir la ruta. Al final a todos les espera un destino controvertido: Tijuana, donde algunos se organizan para rechazarlos

Texto: Alberto Nájar
Foto: José Ignacio De Alba

El pasado 13 de octubre alrededor de 5 mil migrantes centroamericanos dejaron sus países para cruzar México y llegar a Estados Unidos. Es el éxodo que se conoce como la Caravana Migrante.

En este mes que ha pasado desde entonces, son ya cuatro las caravanas que han salido con el mismo destino (una quinta caravana que entró fue detenida en Tapachula). Aunque en la última parte del viaje las últimas dos han ido emparejando a las primeras, que avanzan lentamente por la cantidad de familias y niños que llevan.

Después de un mes de viaje, el primer grupo de unos mil migrates llegó a Tijuana, pero otros tantos están relativamente cerca. La mayor parte se encuentra en Sonora. Algunos rezagados en Sinaloa.

El movimiento de personas se aceleró después de abandonar Ciudad de México:

Para llegar a la capital la Caravana demoró un par de semanas, porque la mayor parte del trayecto se realizó a pie o en transportes ocasionales.

Cruzaron más rápido la región de El Bajío –Querétaro y Guanajuato- y al llegar a Jalisco el impulso se aceleró. Y no precisamente por las mejores razones.

La organización Pueblos Sin Fronteras, que acompaña a las caravanas, denunció que el gobierno del estado de Jalisco prácticamente los echó de su territorio.

A las diez de la noche del 12 de noviembre cinco mil migrantes llegaron “agotados” a Guadalajara, señala un comunicado de la organización.

Horas después algunos funcionarios les hablaron claro: no había dinero ni comida para atenderlos, ni siquiera por un día. “Y solicitaron que abandonáramos la ciudad”.

La oferta: autobuses para llevarlos hasta la frontera con Nayarit, y de allí seguir el viaje hasta Sonora.

El gobierno jalisciense no cumplió. Los migrantes fueron abandonados a cien kilómetros de donde debían abordar el nuevo transporte.

Fue una maniobra para sacarlos del estado, denunció la organización. Como pudieron llegaron al sitio del nuevo embarque, y desde entonces se han movido en decenas de autobuses que les acercan con rapidez a la frontera.

El origen del transporte no está claro. En la Caravana algunos creen que los aportaron los gobiernos de Nayarit, Sinaloa y Sonora. Lo único claro es que parece haber una intención de acarrear a los migrantes, evitar que permanezcan en esos estados.

La Tijuana hostil

¿Cuál es la situación actual del éxodo centroamericano?

Además de quienes se acercan rápidamente a Tijuana, en Ciudad de México descansan quienes llegaron con la segunda y tercera caravanas.

Están albergados en el estadio Jesús Martínez “Palillo” en la zona deportiva de la Magdalena Mixhuca. Son poco más de dos mil personas.

La idea es seguir el camino de los primeros, y moverse a Tijuana por la misma ruta. No está claro si, como ocurrió con sus compañeros, se encontrarán con la prisa de las autoridades locales para empujarlos a norte.

Al mismo tiempo quienes ya se encuentran en Tijuana no han encontrado el mejor de los panoramas.

La noche del 14 de noviembre un grupo de vecinos confrontó a los migrantes, a quienes incluso arrojaron piedras para echarlos de la zona de Playas de Tijuana.

Es un sitio emblemático. Allí se encuentra el Parque de la Amistad donde existe una puerta en el muro que divide a México y Estados Unidos.

De vez en cuando el gobierno estadounidense abre la puerta durante unos minutos, para permitir que los deportados abracen a sus hijos o familiares que dejaron atrás.

Un grupo de migrantes se acercó al Parque. Algunos incluso treparon la cerca y bajaron a suelo estadounidense, vigilados por decenas de policías de la Patrulla Fronteriza.

Luego regresaron a México. La escena se difundió en decenas de cadenas de televisión en el mundo.

Lo mismo en las redes sociales de internet, donde los videos del pleito entre vecinos y migrantes se esparce rápidamente.

En Facebook y WhatsApp se crearon grupos y páginas para convocar a protestas contra la Caravana que llegó y la que se acerca. El lenguaje en las conversaciones es, en algunos casos, similar al utilizado por el presidente Donald Trump y sus electores.

“Si van a estar en México que sea legalmente”, señala uno. “No queremos pandilleros, drogadictos, violadores, rateros y malvivientes en nuestras calles” reza otro.

Mientras, el grupo más numeroso de la primera Caravana Migrante consume kilómetros, en ruta a este nuevo y controvertido destino.


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Alberto Nájar

TEXTO

Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service. Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Integrante de la Red de Periodistas de a Pie, editor de En el Camino.


José Ignacio De Alba

FOTOGRAFÍAS

Trotamundos, caminante y cronista 24/7.